El “mal uso” de su espalda baja, malas posturas, levantar objetos de manera incorrecta y la carencia de condición de su cuerpo lo hacen propenso lesionarse. La espalda baja es particularmente vulnerable y la disfunción de sus articulaciones  puede conducir a resultados dolorosos. Por medio de ajustes vertebrales, su quiropráctico puede tratar muchos de los problemas comunes de espalda descritos más abajo.

 

El síndrome facetario (esguince de la espalda) es ocasionado a menudo  por un movimiento o lesión repentina. Al no atender este problema vemos como resultado: dolor, rigidez y dificultad para moverse.

 

El síndrome sacro-iliaco ocurre por una lesión o por un movimiento brusco, se siente como un dolor repentino en el área de la cadera. Se muestra dificultad para cambiar de posición y el dolor puede torturarlo. A veces es difícil distinguirlo de un síndrome facetario o de una hernia del disco. Éste diagnóstico es comúnmente errado al ser diagnosticado como un tirón de algún músculo.

 

Los discos herniados son generados en su mayoría por un movimiento repentino, levantando un objeto pesado, pueden causar dolor severo en la espalda baja y las piernas,  generalmente en la parte posterior. Su corrección puede llevar varios meses.

 

Tensión muscular, a menudo debido a malas posturas o una vieja lesión que no se atendió. Los síntomas son dolores de espalda crónicos con espasmos ocasionales.

 

La escoliosis (curvatura anormal de la columna vertebral) es más común entre jóvenes adolescentes. Es importante que esté localizada antes de los diez años. Es común que ocurra con pocos síntomas aunque los efectos a largo plazo pueden ser  significativos.

 

¿ES EL DOLOR DE ESPALDA  BAJA REALMENTE UN PROBLEMA SERIO?

Es fundamental entender que cualquier problema que le haga la vida más difícil a usted debe de ser  algo serio.

El cuidado quiropráctico busca solucionar el problema de raíz, ya que en muchas ocasiones los medicamentos no solucionan el problema, más bien lo enmascaran y lo convierten en algo más serio a futuro.

 

¿Tiene usted o alguna vez ha padecido alguno de los siguientes síntomas?

• Dolor de una o ambas piernas con entumecimiento, adormecimiento y/o debilidad.
• Dolor de la parte posterior de la pierna al toser o estornudar.
• Dificultad para levantarse después de un largo período de tiempo sentado o acostado.
• Rigidez en las articulaciones por las mañanas.
• Dolor después de caminar por mucho tiempo.
• Dolor en la cadera, nalga, muslo, rodilla, pantorrilla o pie.

 

Si usted ha padecido alguno de estos síntomas, es tiempo de que  consiga ayuda de un especialista, UN QUIROPRÁCTICO